La huella hídrica de un producto es el volumen de agua dulce utilizado para producir el producto en toda la cadena de suministro. Es un indicador multidimensional, que muestra los volúmenes de consumo de agua por fuente y volúmenes por tipo de contaminación.
La conceptualización de huella hídrica ayuda a visualizar el uso oculto del agua de diferentes productos y a comprender los efectos del consumo y el comercio frente al agua y su disponibilidad.
Las actividades humanas consumen y contaminan una gran cantidad de agua. A nivel global, la mayor parte del uso del agua está destinado a la producción agrícola, pero también hay una gran proporción de agua consumida y contaminada por los sectores industrial y doméstico.
La idea de considerar el uso de agua a lo largo de las cadenas de suministro ha ganado interés después de la introducción del concepto de “huella hídrica” en 2002.
La Huella Hídrica, se presenta como un indicador de sostenibilidad que permite identificar relaciones causa-efecto a nivel socioambiental, siendo las actividades socioeconómicas el principal factor de presión sobre los recursos naturales.
Se estima que la Huella hídrica hace parte de la producción mundial, incluidos los sectores agrícola, pecuario, industrial y doméstico. América aporta un 26% aproximadamente de la Huella hídrica a nivel mundial. Para Suramérica los 3 países con mayor Huella Hídrica de la producción son: Brasil, Argentina y Colombia; cuya suma es aproximadamente el 80% de la Huella Hídrica Continental.
La Huella hídrica total es la suma de todas las huellas hídricas directas e indirectas. La Huella hídrica directa se refiere al volumen de agua consumida o contaminada para realizar dicho producto o servicio, mientras que la Huella hídrica indirecta depende de la huella directa de los procesos que no están bajo el alcance de la empresa.
volumen de agua lluvia que no se convierte en escorrentía, por lo que se almacena en los estratos permeables superficiales y así satisface la demanda de la vegetación.
volumen de agua dulce extraído de una fuente superficial o subterránea, consumido para producción de bienes y servicios.
volumen de agua teórico necesario para la dilución de un contaminante específico de tal forma que no altera la calidad del agua en el cuerpo receptor.